No es lo mismo afeitarse con agua y jabón que usar un gel o espuma diseñados para proteger la piel. Los productos especializados no solo facilitan el deslizamiento de la cuchilla, sino que también reducen el riesgo de cortes, irritaciones y vellos enquistados. Además, los aftershaves y bálsamos ayudan a regenerar la piel y a evitar la sequedad tras el afeitado.
Si prefieres mantener la barba en lugar de afeitarte completamente, el uso de aceites y bálsamos específicos ayuda a mantener el vello facial suave, hidratado y libre de picores.