- Cabello seco o dañado → Acondicionadores con aceites nutritivos (argán, coco, jojoba).
- Cabello graso → Fórmulas ligeras sin siliconas ni aceites pesados.
- Cabello rizado o grueso → Acondicionadores con keratina o manteca de karité para definir y evitar el frizz.
- Cabello fino o sin volumen → Fórmulas ligeras con proteínas para fortalecer sin apelmazar.