- Cítricas: frescas, energizantes y versátiles, ideales para el día a día.
- Amaderadas: elegantes y sofisticadas, con notas de cedro, sándalo o vetiver.
- Orientales y especiadas: sensuales e intensas, con notas de canela, vainilla y ámbar.
- Acuáticas: frescas y ligeras, evocan el mar y la naturaleza.
- Dulces o gourmand: con toques de caramelo, chocolate o haba tonka, para un toque seductor.